Al final del dia todos somos iguales

Es asombroso como tendemos a idealizar a las personas ya sea por el puesto que desempeña o por el dinero que gana.

Cuando estás en la posición mas alta de una compañía todos te tratan bien, te procuran, hacen que tu estadía en el trabajo sea lo mas placentera posible, incluso hasta se ríen de tus chistes sin sentido y todo gracias a que diriges la empresa y dicho sea de paso, también los destinos de todos tus trabajadores.

El día de hoy, nuestro ilustre Director, Pancho Corleone, convoco a junta a los lideres de todos los departamentos, pues resulta que nos estamos retrasando en la producción de cierto componente que se exporta hasta la hermosa y hospitalaria Alemania...:



- Es apremiante el producir a mayor escala este componente, nos están pisando los talones los chinos, acaso eso quieren? (....mmm.... qué, que nos pisen los chinos? jajaja pienso...)

- Es que hay que ver mas visualmente este asunto - dice uno de los gerentes al momento que saca su laptop y la conecta al cañón- (What! esta jugando verdad?... volteo a ver a los demás (a verlos mas visualmente), todos hacen cara de "no, no esta jugando pero dejalo pobre wey")


La junta sigue....



- Tenemos un past due de 500 mil dolares, hay que...bla..bla..bla...
- Si, Sr. Corleone

- Mariana, hay que contratar 15 personas mas...bla...bla...bla
- Si, Sr. Corleone

- Vamos a correr en el 2do turno... bla... bla...bla
- Si, Sr. Corleone



Y ahí estaba ese buen hombre dirigiendo el curso de nuestra compañía; se ponía de pie, se sentaba, manoteaba, regañaba y los hacia sentir chinches, y mientras todos los demás presentes asentían con la cabeza como si fueran unos malos católicos que van a misa y el Padre acusa de pecadores, yo ya me quería ir, había bebido mucho café (qué mas se puede hacer en esas juntas si eres del depto. de Recursos Humanos?) y mi organismo estaba empezando a reaccionar ante dicho diurético natural, pero no me podía salir, es una regla tácita que cuando el H. Director de la empresa habla todos oyen.

Veinte minutos después de aguantarme y sentir que mi vejiga no podía mas, se dio por concluida la junta, pero aún así no podía salir corriendo, así que me mentalice y espere a que todos se fueran.

Con mucho estilo (apretando todo lo que podía) salí de la sala de juntas pidiéndole a Dios que llegando al baño me diera tiempo de desabrochar mi pantalón sin ningún incidente que pudiera lamentar después y arruinara mi imagen de La Licenciada de RH.

Después de un largo, muy largo peregrinar de casi 6 metros entre la sala de juntas y el baño, por fin pude llegar. Estaba en medio de ese total relax.... cuando de repente suena mi celular, había llegado un mensaje. Al abrirlo cual fue mi asombro que la persona que me lo mandaba era nada mas y nada menos que nuestro ilustrísimo Director Don Pancho Corleone, el cual decía lo siguiente:



- Hello Dear, we're neighbors.

What the Fuck!!!?? fue lo primero que pensé (siguiendo la misma linea del idioma claro) y timidamente respondi:

- Así es señor

Y alcanzo a oír el repiqueteo de su celular a una corta distancia, el Señor estaba en el baño de enseguida. Recibo un segundo mensaje:

- ok.



En este punto ya estaba asustada y como la reina que soy me apresuré a abdicar de mi trono antes de que sucediera otra cosa peor de traumatizante que esta.

Después de eso no recibí ningún otro mensaje.

De vuelta en mi oficina, y aun extrañada de tan rara experiencia, me puse a reflexionar y llegue a la siguiente conclusión:

Independientemente de lo que seas en la vida o lo que tengas en tus bolsillos, todos tendemos a buscar compañía en las situaciones donde nos sentimos vulnerables, a manera de solidarizarnos con esa parte de nuestro interior que pide volver a lo mas humilde y sincero de nuestro ser.

Al final del día todos somos iguales y todos vamos al baño.